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A los futuros becados

Hace ya casi un mes que comenzó mi aventura irlandesa y, ya en casa, no hago más que rememorar todos los momentos que compartí en aquel escenario incomparable con grandes personas, que ahora son grandes amigos. Y es que no puedo comenzar de otra forma que refiriéndome a vosotros, a los buenos momentos compartidos, a las risas, a las conversaciones… Gracias por acompañarme en este viaje, sin vosotros estoy segura de que no hubiera sido lo mismo.

Del mismo modo, no puedo dejar de agradecer a Eurolingua esta oportunidad que me ha brindado y que, quizás, significa mucho más de lo que ellos imaginan. Muchas veces el hecho de que alguien confíe en los más jóvenes y nos recompense nuestro esfuerzo, trabajo y constancia, no hace más que impulsarnos, que incentivarnos a seguir mejorando y alcanzar nuestras metas más ambiciosas. Eurolingua debe de considerarse como un ejemplo de valentía, como un modelo a seguir por otras instituciones que en muchas ocasiones olvidan que nosotros somos el futuro y, lo que es más importante, que somos capaces de enfrentarnos a cualquier obstáculo y salir adelante. Soy consciente que apostar por nosotros supone un gran esfuerzo para una empresa como la vuestra, pero he de deciros que merece la pena, que todo vuestro sacrificio no es en vano.

Dublín, ¿qué puedo decir? Una ciudad bulliciosa y ajetreada que, sin embargo, te recibe con los brazos abiertos y siempre tiene algo nuevo que ofrecer (incluso lluvia en pleno mes de agosto). Me gustaría invitar a los futuros becados a perderse, a lanzarse a descubrir y disfrutar de las pequeñas cosas que te ofrece la ciudad: se trata de vivir la experiencia, de aprovechar cada segundo y no dejarse nada por ver, aunque siempre te quedas con ganas de más.

Trinity College, Guiness Store, Phoenix Park, National Museum, Dublin Castle… son muchos los lugares que se pueden disfrutar prácticamente en el centro de la ciudad y que son de obligada visita. Junto a este ambiente urbanita, encontramos también naturaleza en estado puro, paisajes, senderos y acantilados que también forman parte de la esencia de Irlanda, de ese verde tan característico que lo inunda todo. Cliffs of Moher, Cong, Galway, Giant’s Causeway… estos son algunos de los lugares que más me han impresionado y que, sin duda alguna, volvería a visitar cada fin de semana. Irlanda es, por tanto, un lugar de contrastes donde todo conjuga a la perfección, donde puedes tenerlo todo, la mayoría de las veces, a cambio de nada.

Futuros Becarios de Eurolingua

No puedo terminar sin hacer referencia al verdadero objetivo de esta beca que es mejorar nuestro nivel de inglés. Las clases que teníamos a lo largo de la mañana fueron, desde mi perspectiva, amenas, divertidas pero muy productivas y enriquecedoras. El hecho de poder aprender junto a gente de diversas nacionalidades me pareció una muy buena idea para mostrarnos cómo el idioma puede constituir un vínculo entre personas distintas. Sin embargo, considero que el mejor método es adentrarse en la vida irlandesa, intentar comunicarse y darse a entender. Es normal equivocarse y, además, de los errores siempre se aprende.

Muchas veces las palabras se quedan cortas a la hora de describir, más que un simple viaje, el sentimiento que te evoca el recordar todos los momentos vividos. Tengo la certeza de que, si tenéis la suerte que tuve yo cuando me eligieron, me comprenderéis mucho mejor. Espero que en el futuro se me presenten otras muchas oportunidades como esta, tengo ganas de vivir nuevas experiencias, de disfrutar y demostrar todo lo que valgo. No puedo despedirme de otra forma que agradeciendo de nuevo a todos los que habéis hecho que esta aventura merezca la pena. Ya sabéis, esto no es un adiós, es un hasta luego.

Un beso enorme, nos vemos pronto.

Ana Reyes Pérez